El pregonero 2006, Ignacio Jiménez, se definió como «autodidacta» y confesó que «nunca había dado un pregón», algo que no es óbice para subir al escenario del Maestranza, porque como señaló «no tengo una experiencia vital como mis antecesores, pero mi experiencia cofrade es muy intensa».
Uno de los secretos que también desveló fue que una de sus primeras misas que ofició tras el nombramiento de pregonero tuvo lugar en la Amargura, cuando su dolorosa estaba de besamanos. «En aquel momento dejé bajo el corporal que se cobija en ese sagrario un escrito al Señor haciéndole una petición para este pregón, porque mi mejor consejero ha sido el que está en el Sagrario». Unas palabras que provocaron los aplausos de todo el público que estuvo presenciando el encuentro.
Uno de los secretos que también desveló fue que una de sus primeras misas que ofició tras el nombramiento de pregonero tuvo lugar en la Amargura, cuando su dolorosa estaba de besamanos. «En aquel momento dejé bajo el corporal que se cobija en ese sagrario un escrito al Señor haciéndole una petición para este pregón, porque mi mejor consejero ha sido el que está en el Sagrario». Unas palabras que provocaron los aplausos de todo el público que estuvo presenciando el encuentro.
No hay comentarios:
Publicar un comentario