lunes, 23 de marzo de 2009

Gente Fea, Coches Bonitos. By Antonio Burgos.


Un querido compañero de colegio mayor, Fernando Aguirre, un ecijano con toda la gracia del mundo, profesor de Física, gran aficionado a los toros, con quien compartí nostalgias de Andalucía en nuestros años de estudiantes en el Aquinas de Madrid, cuando asomaba la primavera por la Ciudad Universitaria siempre se lamentaba irónicamente:
—No hay derecho a la primavera: de golpe las mujeres se quitan los abrigos y se ponen los pechos, y se pone uno malo ante lo que se ve por la calle. A
Aparte de lo que decía mi prematuramente desaparecido condiscípulo aquinate, ahora se pone uno malo, pero de verdad, sin ironía, ante otro hecho sorprendente de las primeras calores de la primavera: la gente de golpe se quita los abrigos, las parcas, las sudaderas capuchinas y los chaquetones, y está más fea todavía, y encima oliendo a sudorina.
¿Por qué hay cada día más gente más fea por la calle? Hay una degradación ética general, una pérdida de valores, cierto. Pero no menos cierto que hay también una degeneración estética. Eso que llaman «gente guapa» solamente se ve en las revistas de moda muy satinadas, muy gordas y muy caras. Cada día se pronuncia más la palabra «glamur», pero cada vez hay menos gente con encanto. No sé a qué tanto Zara y tanta butí del Cortinglés, si la gente va cada vez más zarrapastrosa. Ellos, modelo Paquirrín, con pantalones piratas, camisetas y pantuflas. Ellas, modelo Nekanes, con los pelos como a nadie le importa, con un vaquero de talle bajo y con el ombligo (con pírcin) fuera; o modelo niña-del-se-llama-copla, que es lo mismo, pero en castizo andaluz muy metidito en carnes.
El Domingo de Ramos será ella. Prepárense para ver gente fea el Domingo de Ramos, en las oleadas canis que toman Pijolandia. Y lo malo es que irán con voluntad de buen aliño indumentario. Como las bodas de los sábados. ¿Usted ha visto el desfile de máscaras a pie que son muchas bodas de los sábados, las que se ven en la Capilla Real, o en la Magdalena, o en el andén del Ayuntamiento? No se sabe qué es peor: si que vayan zarrapastrosos, con las bermudas o los pantalones piratas, o que se arreglen.
Yo los tendría siempre en invierno, que se nota menos lo feos que son. O metidos en el coche. Porque, eso sí, los coches son cada días más bonitos y más maravillosos. Los coches que se ven por Sevilla sí que tienen glamur. Pero, hijo, se para el coche fantástico, el 4 x 4 carísimo con los cristales tintados, y sale la gente más horrorosa del mundo. Cuando oigo el tópico de la pérdida de valores, pienso para mis adentros: ¡pues anda que la pérdida de valores estéticos!
Cofradías y catenarias.- Me esperaba una postura más valiente y contundente de las cofradías ante el problema de las catenarias. Por ejemplo, como han hecho las cofradías de Córdoba sobre las mismas catenarias; se ve que allí ha estado Asenjo de obispo, claro. Me esperaba que exigieran al Ayuntamiento la retirada inmediata de las catenarias. Pero, nada, han acordado (por aclamación, eso sí, para que nadie se signifique) que antes de la salida cada cofradía rece para que los pasos no se enganchen en los cables. Y poner en marcha una campaña para concienciar sobre el problema. Y dar un comunicado. Y crear una comisión. Con razón el Ayuntamiento está encantado de la vida y se muestra «aliviado» por la decisión y ha tildado la postura de «inteligente». A propósito de inteligente. Juan Ramón dijo: «Inteligencia, dame el nombre exacto de las cosas». Yo sé el nombre exacto de esto. Empieza también por C, como cofradía, Consejo, comisión y comunicado. Es una palabra que empieza por «co» y rima con cofradía. Y faltan los que también empiezan por «co» y riman con procesiones.

ANTONIO BURGOS.
Domingo, 22-03-09

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