sábado, 28 de agosto de 2010

Volver a los tuyos... El Faro de Ceuta, 27 de Agosto. Jorge Bernal Durán.



Olvidar la distancia en un segundo, sin nunca despedirse del todo, escapar para volver a la emoción del reencuentro, aluvión de sensaciones que nunca se clausuran… Recuerdos hechos presente por la gozosa sensación del triunfo a la nostalgia, de nunca agotar la fuente de la esperanza, esa que nos mantiene la memoria siempre viva pese a la soledad de la lejanía. Cuando nuestra mente se ofusque y llene de nieblas la certeza siempre habrá alguien unido a la realidad de los sentimientos vividos, aquellos que perduran en el tiempo y te mantienen eternamente en el presente.

Aunque pasaran mil años y perdiéramos el aliento,
aunque jamás llegaremos a ser genios ni maestros,
apareceremos de nuevo, como llegados de un sueño,
reviviendo entre sonrisas la hermosura del recuerdo…

Aunque la mente se resienta, enterrando los cimientos,
aunque tu vida se acomode, distanciando los momentos,
siempre volverás al redil de un pasado dulce y quieto,
esperando con calma y sin miedo hacer nuevo lo viejo.

Aunque nadie sepa interpretar las palabras ni los gestos,
aunque se salpiquen de sinsabores, busca en tus adentros,
alcanzando la presencia de quien se entregó por entero
al compromiso de la amistad, fanal del mas puro sentimiento.

Aunque te inunde la realidad de desasosiego y tormento,
aunque las lágrimas mojen tu corazón como un aguacero,
refúgiate, regresa a ese para ti confortador y conocido puerto,
bahía donde enjuagar tus heridas y sanar tantos lamentos.

Aunque el muro del compromiso te mantenga prisionero,
aunque nadie aprecie el poner tu vida de nuevo a cero,
regresa a tu principio, luz mañanera llena de reflejos,
renacer de un día, despojado de absurdos complejos.

Aunque pienses que alcanzaste la plenitud y el respeto,
aunque nada motive el valor de tantos pensamientos,
acudirás al pasado, empujado por el suave susurro del viento,
brisa de quien te vio crecer, con la fidelidad de un escudero.

Aunque no reconozcas las carencias de tu mundo perfecto,
aunque nadie te ofrezca ser parte de su vida y su pasajero…
Deberás confesarme que para lo cotidiano no estás hecho,
pero nada te hará renunciar al amigo del alma y compañero…

Dedicado a todos los que aprovechan el verano para reencontrarse con los amigos y los recuerdos, para aquellos que siempre tienen presente lo mejor del pasado, melancolía verdadera, testigos únicos que recopilan un joyero con momentos irrepetibles, al cual debemos acercarnos siempre que olvidemos de donde venimos y cuando estemos repletos de añoranza… y en especial a aquellos ceutíes que aun viviendo por el mundo guardan el acaudalado tesoro de la amistad en su ciudad.