Bonifacio, situada en el extremo sur de Córcega, es la comuna más meridional de la Francia metropolitana.
Es un rincón de ensueño que no ha perdido nada de su encanto a pesar de ser uno de los lugares más turisticos de Córcega. Posee un emplazamiento privilegiado, ya que se encuentra situada en una estrecha península repleta de acantilados. Además, la naturaleza ha dotado a la zona con un fiordo de unos 100 metros de ancho que hace que Bonifacio posea un puerto natural. La ciudad fue fundada en el año 828 por Bonifacio, un marqués de Toscana, de ahí su nombre. Posteriormente, en 1187 fue conquistada por Génova. Lo más característico de esta ciudad es el fuerte sabor italiano que posee. Cuenta con cien mil cosas típicas de Italia, el estilo arquitectónico de muchos esdificios es italiano, los colores que invaden las fachadas de los mismos son italianos, e incluso, el carácter y las costumbres de sus habitantes tienen mucho toque italiano.
Bonifacio se divide en dos partes, por un lado el puerto deportivo y por otro la ciudadela. La parte de la ciudad que se encuentra junto al puerto está formada por casas bajas bastante antiguas que le dan a la ciudad un aspecto de pueblo precioso.
La ciudadela de Bonifacio es el lugar más bello de la localidad y uno de los monumentos más importantes de toda la isla. Es de origen genovés y se encuentra situada encima de dos acantilados, entre la cala y el mar.
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