Otra vez España, ese pequeño estado (porque nación sólo es en los mapamundi), ese conjunto de personas que vivían el “Boom Inmobiliario” como base de un estado desestructurado y desvertebrado.
España, donde se gobierna suplicando a multinacionales (que son empresas que han crecido por si solas) a no irse de aquí, sin darse cuenta que ellos forman parte de la economía de otro país y que nosotros somos ese pequeño eslabón de la mano de obra barata.
Nuestra posición y nuestra forma de afrontar los problemas no son más que una serie de despropósitos que desnudan nuestras vergüenzas dejando al aire la falta de sustancia de nuestros mandatarios, repletos de poder pero vacíos de decisión.
La actualidad nos lleva de cabeza al Océano Índico, allí donde está el atunero “Alakrana” (que como leía el otro dia el nombre es de aupa eh). Un barco de pesca, con una tripulación de treinta y seis “españoles” (vascos, gallegos, andaluces), un grupo de pescadores que aunados por un armador vasco, recorre el mundo con la inocencia de ganarse un jornal aunque para ello tengan que sacrificar sus vidas. Y en eso andaban hasta que un grupo de somalíes desalmados, tan sólo provistos por unas pocas de armas, en definitiva una banda de maltrechos que con el único afán de la supervivencia tuvieron la mala idea de secuestrar el barco. Una tragedia más para estas familias de la mar que tras la dura noticia se amparó en el gobierno y en el más que deficiente Ministerio de asuntos Exteriores. Una decisión que habría sido normal si no se tratara de Zapatero y Moratinos los encargados de llevar las estrategias de actuación.
El colmo de la improvisación apareció de nuevo en la Moncloa, floreciendo lo peor y más granado de ese elenco de políticos que nos están llevando a ser el hazme reír del mundo. Primero capturando a dos de los secuestradores y llevándolos hasta España (no se han tirado días para descubrir la mayoría de edad de uno de los individuos), y segundo, retransmitiendo por todas la televisiones todos los pasos, medidas y acciones que se están llevando a cabo. Así de esta manera, nos encontramos a unos pocos de piratas de poca monta que traen en jaque a uno de los “prósperos” países de occidente.
La seguridad nacional no parece un tema a tratar, este gobierno no tiene entre sus planes ni la defensa de los nuestros que recorren el mundo ni la de aquí con unas fuerzas de seguridad del estado totalmente corrupta (¿cuántos policías y guardia civiles han puesto entre interrogantes la fiabilidad de estos cuerpos en los últimos días?).
Un gobierno socialista puede tener unas ideas más apegadas a sus convicciones políticas pero no vivimos en una sociedad donde se puedan introducir esos viejos pensamientos carcas y llenos de contradicciones marcadas por un modelo de estado donde todo vale y los uniformes militares traen fantasmas del pasado.
Los contactos diplomáticos con el gobierno Somalí se están intensificando pero no sabemos las intenciones ante las que se pueden encontrar con un país africano que está dividido en varias provincias pseudo-independientes y que están desgobernadas…
Los métodos para salvaguardar y dar seguridad a las embarcaciones se adivinan diversos pero siempre amparados en la Armada española junto a nuestras Fuerzas del Aire y nunca en la seguridad privada, ni en llevar los barcos cargados de sicarios armados hasta los dientes. La ministra de defensa sólo ha propuesto lo último y la ayuda económica para patrocinar esa seguridad.
En fin un entuerto que seguramente acabará con una bajada de pantalones del gobierno español que llevará el dinero, les devolverá a los dos detenidos que vinieron a España envasados al vacío y así se solucionará el problema sin haber sabido como actuar…
Y un dato más que no debemos pasar por alto y que representa el más puro sinsentido de los vascos, esa obsesión por sacar a relucir su lengua en un tema de estado con los lemas de las pancartas puestos en euskera “Alakrana askatu” que no se si se trata de un lema o del nombre de un asador de Getxo. Quizás seamos la Somalia de Europa y no queremos darnos cuenta…
España, donde se gobierna suplicando a multinacionales (que son empresas que han crecido por si solas) a no irse de aquí, sin darse cuenta que ellos forman parte de la economía de otro país y que nosotros somos ese pequeño eslabón de la mano de obra barata.
Nuestra posición y nuestra forma de afrontar los problemas no son más que una serie de despropósitos que desnudan nuestras vergüenzas dejando al aire la falta de sustancia de nuestros mandatarios, repletos de poder pero vacíos de decisión.
La actualidad nos lleva de cabeza al Océano Índico, allí donde está el atunero “Alakrana” (que como leía el otro dia el nombre es de aupa eh). Un barco de pesca, con una tripulación de treinta y seis “españoles” (vascos, gallegos, andaluces), un grupo de pescadores que aunados por un armador vasco, recorre el mundo con la inocencia de ganarse un jornal aunque para ello tengan que sacrificar sus vidas. Y en eso andaban hasta que un grupo de somalíes desalmados, tan sólo provistos por unas pocas de armas, en definitiva una banda de maltrechos que con el único afán de la supervivencia tuvieron la mala idea de secuestrar el barco. Una tragedia más para estas familias de la mar que tras la dura noticia se amparó en el gobierno y en el más que deficiente Ministerio de asuntos Exteriores. Una decisión que habría sido normal si no se tratara de Zapatero y Moratinos los encargados de llevar las estrategias de actuación.
El colmo de la improvisación apareció de nuevo en la Moncloa, floreciendo lo peor y más granado de ese elenco de políticos que nos están llevando a ser el hazme reír del mundo. Primero capturando a dos de los secuestradores y llevándolos hasta España (no se han tirado días para descubrir la mayoría de edad de uno de los individuos), y segundo, retransmitiendo por todas la televisiones todos los pasos, medidas y acciones que se están llevando a cabo. Así de esta manera, nos encontramos a unos pocos de piratas de poca monta que traen en jaque a uno de los “prósperos” países de occidente.
La seguridad nacional no parece un tema a tratar, este gobierno no tiene entre sus planes ni la defensa de los nuestros que recorren el mundo ni la de aquí con unas fuerzas de seguridad del estado totalmente corrupta (¿cuántos policías y guardia civiles han puesto entre interrogantes la fiabilidad de estos cuerpos en los últimos días?).
Un gobierno socialista puede tener unas ideas más apegadas a sus convicciones políticas pero no vivimos en una sociedad donde se puedan introducir esos viejos pensamientos carcas y llenos de contradicciones marcadas por un modelo de estado donde todo vale y los uniformes militares traen fantasmas del pasado.
Los contactos diplomáticos con el gobierno Somalí se están intensificando pero no sabemos las intenciones ante las que se pueden encontrar con un país africano que está dividido en varias provincias pseudo-independientes y que están desgobernadas…
Los métodos para salvaguardar y dar seguridad a las embarcaciones se adivinan diversos pero siempre amparados en la Armada española junto a nuestras Fuerzas del Aire y nunca en la seguridad privada, ni en llevar los barcos cargados de sicarios armados hasta los dientes. La ministra de defensa sólo ha propuesto lo último y la ayuda económica para patrocinar esa seguridad.
En fin un entuerto que seguramente acabará con una bajada de pantalones del gobierno español que llevará el dinero, les devolverá a los dos detenidos que vinieron a España envasados al vacío y así se solucionará el problema sin haber sabido como actuar…
Y un dato más que no debemos pasar por alto y que representa el más puro sinsentido de los vascos, esa obsesión por sacar a relucir su lengua en un tema de estado con los lemas de las pancartas puestos en euskera “Alakrana askatu” que no se si se trata de un lema o del nombre de un asador de Getxo. Quizás seamos la Somalia de Europa y no queremos darnos cuenta…
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