La cultura cofrade se está contagiando a pasos agigantados de la sociedad de consumo, lo que antes era tradición y artes que pasaban de padres a hijos ahora se han convertido en una serie de souvenirs que esperan a que esos “capillitas”, que actuando como gallinas sin cabeza hacen acopio de todo tipo de imágenes de serie, bordados “plastiqueros” de maquina y “medalleos” varios…
Las tiendas cofrades han pasado de hacer capirotes en cuaresma a vender “merchandising” a todo aquel despistado que el resto del año se dedica al coleccionar una serie de abalorios sin ningún tipo de uso y que decoran sus casas como si fuera la de un “vidente” de pueblo. Algunos, en vez de habitaciones manejan dependencias del mismísimo Palmar de Troya, imágenes, fotos, pintura al más puro estilo “gore” que decoran todas las estancias de sus casas. No dudo que una foto (en condiciones), una pintura o una imagen (de una relativa calidad, no bocetos del miedo), incluso un cartel pueden decorar una habitación y ser referencia de devoción de un hogar, pero de ahí a lo que cada día más se están convirtiendo la decoración de un “cofrade”.
Quizás la globalización de los “capillitas” tenga un doble efecto; por un lado el bueno, aquel que se fija en aquello que lo puede hacer crecer como hermandad, aportando beneficios en lo patrimonial y en lo social, y por otra lado, ese que solo se queda con el envoltorio, con una serie de nombres y una serie de obras que repite sin cesar. Estos últimos terminan aburriendo a los 10 minutos de tertulia, porque en cuanto no aparecen A o B que es hasta donde llega su conocimiento se dedican a empujar ensaladilla rusa con los picos…
El mundo de papel, los libros interesantes (que no son los que vienen súper presentados con unas pastas monísimas), aquellos que edita la universidad, esos que están fundamentados en la investigación y en la documentación, parece que no interesan a los nuevos “capillitas”…
Un mundillo cofrade con dos polos negativos; el amante del souvenirs o el amante de las marquitas (ese manto es obra de… uuuhhh que categoría) y no saben diferenciar tres obras de un mismo autor, ni la calidad de una obra de arte sino lleva apellido.
Resumiendo, que el buen gusto y el criterio no abunda entre estos pseudo coleccionistas herederos del Papa Clemente…
jueves, 29 de octubre de 2009
"Merchandising Cofrade..."
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