miércoles, 21 de octubre de 2009

Adiós al Genuino Andrés Montes...


Es indudable que la vida se pasa rápido, que aquello que parece único e irrepetible se pierde sin avisar y no vuelve más. En los últimos días se nos ha ido Andrés Montes, un presentador, narrador, comentarista, showman… realmente único. Cuando apareció en “La Sexta” por primera vez era un gran desconocido para la gente joven, una persona con un look distinto que le dio la vuelta a la forma de retransmitir un partido de fútbol (vivíamos anquilosados en la garganta traicionera de José Ángel de la Casa y en la media lengua Michael Robinson). Él supo darle una vuelta de tuerca más a algo que parecía ya establecido, asentado, es decir, cambio los cánones y aportó su sello personal.

En una sociedad como las que nos rodea donde todos se mueven por los intereses, encontrar alguien así se hace harto complicado. La autenticidad, lo genuino, aquello que está tratado con una visión personal, propia y hecho de una forma natural es algo que no se estila.

Nos hemos acostumbrado a una sumisión profunda de una juventud sin forma ni perfiles, que acatan todo aquello que le convenga aunque para ello deban dejar su personalidad de lado (de lado o sin abrir).

La familia, las amistades, las relaciones, los años, las ciudades y la diversidad de personas que se cruzan con nosotros cada día dejan un sello que nos hace diferente a los demás, seres únicos e irrepetibles. Claro está que todas esas influencias pueden ser positivas o negativas, alguna de ellas insuperables que dejan un rastro en las vidas difícil de desaparecer. Ahí nos encontramos aquellos que no se fían de nadie, aquellos marcados por una susceptible desconfianza, por los ataques de cuernos, por la inseguridad y cuyas formas se asientan en cuatro principios, porque las veces que se han salido de aquello que está marcado han salido escaldados.

La transgresión bien entendida nos muestra a tipos como Andrés, personas que se atreven a experimentar para crecer. Y así abrió un camino que en su etapa de fútbol tuvo mucho detractores, pero que para aquellos que habíamos disfrutados de las madrugadas de NBA se nos hacia familiar. Sus expresiones no eran más que la llave para descubrirnos a un profesional que se había recorrido las redacciones de la capital durante décadas, y que por fin, le había llegado su momento de poder hacer las cosas como las entendía. Ese es su merito, el conocimiento de su profesión más su forma de entender la vida, todo en uno y con el éxito de alcanzar la meta de no dejar indiferente a nadie.

En los últimos días se han escrito ríos de tinta acerca de este presentador, de su personalidad de, de su trato, de su profesionalidad y de todo aquello que le apasionaba. Opiniones varias que van desde la pasión de aquellos que lo conocían de primera mano en el día a día de su trabajo y su vida, a aquellos que tenían el atrevimiento de calificarlo desde la frialdad del que se siente frustrado por la insatisfacción de no haber alcanzado las cotas de su compañero.

Este pequeño homenaje al tristemente desaparecido Andrés Montes es mi tributo a un magnifico comentarista amante de todo aquello que estuviera relacionado con Norteamérica (nos hacia sentir en los alrededores de el Garden o en United Center sólo dibujándolo con palabras), un musicólogo enamorado de soul, del rock and roll del jazz y de todo aquello que tuviera que ver con la música de los sesenta, un enamorado de la gastronomía (que en mitad de una retransmisión de la NBA ponía el mantel y nos ilustraba de todo aquello que había probado en los restaurantes de la vieja Europa y de Estados Unidos). En definitiva una persona que hablaba con propiedad sobre aquello que conocía, que no hacia licencias a aquello que sabia de oídas o de haberlo leído, sino que sus argumentos eran refrendados únicamente por el método empírico.

Descanse en Paz y gracias por haber intentado que nuestro mundo fuera algo Maravilloso…


1 comentario:

desdelabanda dijo...

grande Andrés, te recordaremos siempre. Preciosa la carta que le ha escrito su amigo Julio Salinas http://www.desdelabanda.com/index.php/2009/10/carta-de-julio-salinas-a-andres-montes/?